La madre de Samuel, Ana, dedicó a su infante hijo a la obra del Señor. Samuel creció hasta convertirse en uno de los grandes profetas de Israel y guió al pueblo de Dios a través de tiempos turbulentos. Los dos libros de Samuel cuentan la historia de este gran líder que fue responsable de ungir a los dos primeros reyes de Israel, Saúl y David.
“El Urim estaba asociado al pectoral (pieza sobre el pecho) que usaba el sumo sacerdote (véase Éxodo 28:30; Números 27:21). En tiempos antiguos se usaba para conocer la voluntad divina en asuntos de interés nacional. Quizás la razón por la que el Urim le resultaba inútil a Saúl era la matanza de los sacerdotes de Nob (22:17–20).” (Page 170)
“El tema de este cántico es la gloria de Jehová, que humilla a los soberbios y exalta a los humildes” (Page 14)
“Los padres que detienen la vara de la corrección, permiten que sus hijos se echen a perder aquí, y contribuyen a su perdición en la eternidad.” (Page 17)
“En la persona de Goliat, un gigantesco guerrero de Gat que combatía como mercenario, los filisteos tenían una formidable ventaja psicológica.” (Page 100)
“El hecho nos recuerda que nadie puede tomar las promesas de Dios para jugar despreciativamente con ellas. Las promesas de Dios tienen un aspecto de condicionalidad, que se refleja en las palabras: ‘Yo honro a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.’” (Page 18)