Todas las mujeres necesitamos un abrazo, y cuanto más si hemos experimentado el abuso en algunas de sus formas. Las estadísticas son escalofriantes. El abuso sexual, emocional, espiritual y financiero es una realidad en nuestra sociedad. Abrazadas cuenta la historia de cuatro mujeres poco conocidas de la Biblia que sufrieron abusos. En base a sus experiencias, podemos descubrir el corazón de Dios sobre éste tema en sus distintos matices. Descubrimos que desde tiempos muy antiguos las mujeres tuvimos que aprender a combatir con esta lacra como fue el caso de Dina, Tamar, la hija de Jefté y la muchacha endemoniada. Recorramos juntas estas historias, meditemos en las promesas bíblicas y dejemos abrazarnos por Dios. Él traerá sanidad a nuestros corazones.
“Durante años albergó ese rencor, pero su esposo le hizo recordar una promesa del Señor: ‘Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras: «Yo tomaré venganza; Yo les pagaré lo que se merecen» dice el Señor’15.” (Page 27)
“No hagamos promesas sin pensar, mucho menos a Dios. Él no necesita nuestros juramentos, sino nuestro corazón. No quiere que lo convenzamos de nuestra devoción; quiere que lo demostremos con obediencia.” (Page 87)
“Digamos que el abuso espiritual sucede cuando un hombre de carne y hueso toma el lugar de Dios para controlar a alguien.” (Page 77)
“‘No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra’16.” (Page 27)
“Segundo, Dios la viste y la adorna. Le da joyas y le paga para que vaya al salón de belleza” (Page 39)