La creencia popular acerca de Jesucristo es la de un hombre gentil y de buen carácter que caminó en esta tierra, ofreciendo a sus seguidores pequeñas enseñanzas de sabiduría. Pero a veces fallamos en reconocer que si bien Jesucristo ofreció un mensaje de perdón, también habló de una manera exigente y desafiante acerca de lo que significa ser un seguidor de Cristo.
“Han canjeado el concepto de entregar por entero nuestras vidas para el honor de Cristo por el de ser honrados por Cristo.” (Page 7)
“El verdadero evangelio es un llamado a negarse a uno mismo. No” (Page 4)
“La gente se mofaba de Pablo por su figura nada impresionante. Sus críticos decían que su presencia no era atractiva, y su habla absolutamente «menospreciable» (2 Corintios 10:10). Padecía de alguna afección corporal que era repulsiva. Algunos eruditos piensan que sufría de alguna supuración terrible que le brotaba de los ojos. No tenía «el aspecto» que actualmente se necesita para ser popular y triunfante.” (Page 50)
“Le dijo: «Simplemente quiero que sepas esto: no tengo ni siquiera un lugar donde poner la cabeza. El” (Page 12)
“Pero el cristianismo, el evangelio genuino de Jesucristo, no es cuestión de opinión. Es cuestión de verdad. Lo que usted quiere, lo que yo quiero o lo que cualquiera quiere no importa. Es lo que es… por la voluntad soberana de Dios.” (Page 8)