Dios envió a Oseas para recordar a Israel del amor profundo y fiel de Dios por su pueblo infiel. Joel emitió su llamado al arrepentimiento durante una plaga de langostas, y recordó al pueblo de Dios de la venida del Mesías. Amós advirtió del juicio que vendría a todos los que abandonaron las promesas del Señor.
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“Tal vez Joel convoca especialmente a los borrachos a llorar porque ellos representan la tendencia de la gente de vivir solamente para el momento presente. Despreocupadamente disfrutan todo lo que pueden y no se preocupan por el día venidero de Jehová.” (Page 130)
“El profeta Amós nos pinta un cuadro vivo de las condiciones en las que estaba la sociedad israelita durante los tiempos de Jeroboam II. Los ricos de la alta sociedad explotaban a los pobres, los mercaderes hacían ganancias deshonestas, el dinero controlaba las cortes judiciales, las multitudes llenaban los lugares santos pero la vida de la gente mostraba que su corazón estaba muy lejos de Jehová.” (Page 10)
“La plaga de langostas significa graneros vacíos y gente hambrienta en Judá y en Jerusalén.” (Page 129)
“Permita que la ley de su santo Dios humille su orgullo, deje que él lo lleve a la contrición aunque su corazón roto le duela. El verdadero arrepentimiento repudia el pecado porque éste nos separa de Jehová, la fuente de vida y de amor. El pecador arrepentido se vuelve hacia el Señor, confiado en su gracia: ‘Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones’ (Sal. 51:1).” (Pages 146–147)
“Lutero dijo: ‘La predicación del evangelio no es una enseñanza eterna, duradera, continua sino que es como una lluvia que cae y que pasa. Alguna tierra es regada y otra permanece seca. No regresa y tampoco se queda inmóvil. Entonces viene el sol caliente y seca la humedad que queda’. Si somos negligentes con la Palabra y nos negamos a seguir la guía de nuestro Salvador, el evangelio pasará a otros, así como una lluvia de verano y no regresará a nosotros ni a nuestros hijos. ¡Ahora mientras vivimos en el día del favor de Dios es el tiempo de: oír, creer, y seguir, la Palabra!” (Page 250)