Digital Logos Edition
Unos 85 años antes del ministerio de Hageo, el profeta Habacuc había escrito: “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos. En medio de los tiempos hazla conocer. En la ira acuérdate de la misericordia” (Habacuc 3:2).
Esta es la petición de alguien que anhela ver la obra de Dios avanzando en la historia. El profeta Hageo fue llamado a realizar una tarea concreta y específica: Despertar a los hijos de Israel para que retomaran la labor de reconstruir el templo en Jerusalén. El templo, el símbolo externo de la religión del Dios del Pacto, ocupa un lugar central en el desarrollo de los planes de Dios en la historia. Mantener la obra detenida es señal de gran indolencia espiritual por parte del pueblo que lleva en sus venas el llamado de ser “un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxodo 19:6).